Ciencia divertida para mentes curiosas. A veces parece magia… así que para descubrirlo durante estos días pusimos en práctica experimentos sencillos., robótica, realidad virtual , el 3d…. y mucho ingenio.
Comenzamos la semana escribiendo con tinta invisible. La tinta invisible, se empleaba en el espionaje, es una forma de steganography: el arte de mensajes escondidos en la escritura. El ácido cítrico es el responsable de hacer que las letras invisibles que hemos escrito se conviertan en visibles cuando aplicamos calor o un colorante alimenticio como la cúrcuma en nuestro caso.
Seguimos descubriendo como funciona el mundo científico con el científico más loko de la ciencia divertida Julls. Acción – reacción, polos opuestos o que se atraen. Una serie de experimentos que nos llevan a seguir dándole vuelvas a nuestra cabeza. ¿Cómo es posible que meta un dedo en un vaso con agua y salga seco?
¡Qué increíble es la robótica!! Aprendimos, creamos y nos divertimos como nunca. Primero tuvimos que seleccionar todas la piezas por tamaños, colores…. después leer las instrucciones y por último empezar la construcción. Como esto es iniciación, no tuvimos que programar el motor, que ya venía lo había que introducir los cables, pero fue muy divertido ver como se movía.
Explorando entornos virtuales. A través de la realidad virtual podemos adentrarnos en el conocimiento de un montón de cosas. Te imaginas estar dentro de un oído?? En campalek pudimos transportarnos a lugares que solo existían en nuestra imaginas como por ejemplo contar los dientes que tiene un tiburón.
Esta mañana hicimos unos divertidos pomperos, pero con un material muy raro. Bea nos enseño unos hilos, hilos de plástico y nos dijo que con ello podíamos hacer un montón de cosas. Primero probamos a manipularlo, pero no nos salía nada. Y es que para poder hacer objetos en 3d hay que fundir ese plástico y luego ya le damos la forma que necesitemos.
También nos dijo, que esto era pequeñito, pero que había unas impresoras mucho más grandes, que si se programaba el objeto en el ordenador luego salía en grande. Que se podía usar en medicina fabricando prótesis o incluso para una carcasa para el teléfono móvil.
Visita especial esta semana, de Héctor Haro. Hace no mucho Héctor estaba soplando las velas de su cumple, saltando y jugando en lek. Hoy con 16 años vuelve para enseñarnos su afición, contarnos como empezó a jugar y como se convirtió en su categoría en campeón de España.
Que increíble ver cómo una afición puede llevarte a competir en campeonatos nacionales e incluso internacionales, a conocer a gente muy diferente pero que compiten por el mismo sueño.
En campalek estamos muy agradecidos por esta maravillosa experiencia, ya que muchas veces nos regalan un cubo rubik pero se nos complica el poder resolverlo. Pero con los tips que nos contó Héctor seguro que se hace mucho más fácil para conseguir el resultado final.
Otro día más seguimos experimentando y descubriendo si es magia o ciencia. El científico Julls a dejado su laboratorio de ciencia divertida a 3 nuevos mini científicos que nos han explicado varias teerias y leyes de la ciencia poniéndolas luego en práctica, y como lo que más nos gusta es meter las manos hasta el fondo, nadie se lo quiso perder y todos probamos lo divertido que es, saber si algo esta en estado líquido o sólido.
Arrancamos la mañana fabricado unos prototipos de coches, que van impulsados por aire. Una vez teníamos montado el coche, dieron comienzo las carreras para ver quien llegaba más lejos. La creatividad de cada mente es infinita y la verdad que hicieron unas super bólidos con los pocos recursos que se aportaban en la actividad. En campalek no hay limites para poder llegar donde se quiere, así que la competición fue muy emociónate.
Acabamos las semana a todo gas…. ¿Te acuerdas, cuando conducías tú teledirigido?? que divertido era ver como tu coche corría y se ponía en cabeza. Pues hoy los pekes se convirtieron en electro-mecánicos, pilotos, chapistas….. Varios circuitos fue por los que tuvieron que superar sin chocar para completar todas las pruebas, para llegar hasta el final. Allí tenían que dejar los mandos de los coches para pilotar un drom, esto si que fue difícil.














